Wow, sublime,
maravillosa, divertida, sensible (en inglés y en español), enigmática.
Las piernas me temblaban
cuando cruzaba la puerta de la sala, había liado a mi prima, que hacía tiempo
que no iba al cine, y que no le gusta la animación, para ver esta peli
hiperrecomendada, y me decía a mi misma “cómo no le guste me retira la palabra”.
Y estoy yo como para que me retiren nada!
Pues no, oigan, no sólo
me encantó, si no que me dejó en un lugar estupendo frente a los ojos de mi
atónita prima, que disfrutó y se rio como yo. Aunque yo también lloré, a mares.
El sentido de la vida y
la muerte, el recuerdo, el núcleo familiar, todo eso se toca en esta pequeña
gran joya. También la envidia, la competitividad y la traición, ¿eh? que es
Disney y los malos siguen siendo malos.
Y aderezada con música,
por supuestísimo. Entre mis canciones favoritas Un Poco Loco (oye que me veo
muy bien dibujada en la chica a la que se refieren, jajajaja). El Latido de miCorazón que me emocionó hasta la médula (la ósea, aunque la espinal también
vibró). Y Jálale, que al sonar me hace mover el esqueleto a muy buen ritmo.
De las cosas que más me
tocaron, el cuidado de los mayores y el respeto a los que ya no están. Lo que
más me ha movido y removido durante días, algo que siempre he sabido, vivimos para
siempre en el recuerdo de los que nos aman (y en los libros de historia, o en
la Wikipedia, si somos lo peor, o lo mejor).
Como yo soy una personita
normal, y no apareceré en la Wikipedia, me di cuenta que para no desvanecerme
tengo que ser la Tita favorita de mis sobris, así que me queda mucho trabajo
por delante.
Pero si no la han visto
sigan mi consejo: Véanla señores/señoras véanla, y luego me cuentan.
Coco y Miguel - Amor de bisabuela |
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