A orillas del Río Piedra

A orillas del Río Piedra me senté y lloré.

Cuando hace más de 20 años leí el libro homónimo de Paolo Coelho me prometí a mi misma hacerlo, ir al Río Piedra, sentarme a su orilla y dejarme llevar.

Nunca imaginé que iba a tardar tanto tiempo, y que iba a hacerlo en un momento tan particular de mi vida.

Ha sido uno de los viajes más bonitos que he hecho nunca, y que recomiendo a todo el mundo. Es una experiencia maravillosa y muy recomendable.

El Complejo del Parque Natural y el Monasterio del Río Piedra se encuentran en Nuévalos (Zaragoza).

Para visitar el Parque se pueden elegir varios alojamientos en las proximidades, o alojarse en el Monasterio. Nosotros optamos por la segunda posibilidad. Así que reservamos una habitación en el Monasterio de Piedra, sitio precioso con un restaurante estupendo. Además con la habitación te dan entrada ilimitada al Parque Natural.

El Parque Natural del Río Piedra es espectacular, las cataratas, el río, los lagos, las truchas … es un gran Parque, en el que hay que caminar para verlo todo. Lo único malo es que a partir de las 11-12 a.m. tiene demasiada gente, así que el libre acceso con el que se cuenta por alojarse en el Monasterio te da la posibilidad de verlo en dos días. Nosotros aprovechamos la primera hora de la mañana, nada más abrir el Parque, para visitarlo casi solos, caminar por las cascadas, fotografiarlas y sentarnos tranquilos al lado del Río para ver el agua pasar.

También pudimos ver el espectáculo de las aves rapaces que hay en el interior del Parque, realizado por excelentes profesionales que tratan con mucho mimo a las aves rapaces y que explican cada una de las especies con gran detalle. No hay que dejarlo pasar.

Os dejo unas cuántas imágenes, y con ellas parte de la magia de esos días. Espero que vayáis y disfrutéis tanto como nosotros.